¡A Cada Cual Su Espiritualidad!

¡A Cada Cual Su Espiritualidad!

 

¿Qué es la espiritualidad?
La espiritualidad es esa manera que los humanos tenemos de vivir y entender el mundo. Está basada en nuestras creencias, nuestros miedos, nuestra imaginación, nuestros valores, nuestra filosofía de vida y mucho más. Ella es lo que somos. Nos ayuda a dar sentido a los acontecimientos de nuestras vidas. Para mí, es una energía que nos cubre y nos conecta con el universo para que nos cuente su historia, con relación al ser terrestre que somos.

¿Cómo avanzar hacia la espiritualidad?
Abrirse a la espiritualidad es comprender que es una apertura sobre lo invisible. De entender e impregnarse de todo lo que sucede a nuestro alrededor sin prejuicios. Es dar posibilidad a todas las cosas a nuestro alrededor y a la energía que utilizamos para comunicarnos. Todos tenemos la capacidad de recibir lo que se nos muestra y eso nos pide relajar nuestra mente porque no se trata de entender, sino de recibir.

Cuando nos mantenemos abiertos y receptivos, permitimos que el mundo se despliegue ante nosotros y dentro de nosotros. Creamos un espacio donde el universo puede ofrecer el don de la vida. Este don está en la sorpresa y en lo desconocido, y es en ese espacio que la vida muestra toda su pureza. Por último, pero no menos importante, abrirse a la espiritualidad es encontrarse uno mismo, dar un paso hacia la confianza.

Solo existen puertas
Yo no creo en ningún método en particular. Tampoco creo que pueda haber una mejor manera de vivir tu espiritualidad.  Pero, creo en el ser humano y en su capacidad de conectarse con lo que es. Creo en cada uno de nosotros. Nosotros somos los creadores de nuestro propio universo y en esa dinámica, el universo se comunica con nosotros. Porque yo sé que la espiritualidad vive en nosotros y se expresa a través de nosotros.

La espiritualidad es mágica porque muestra lo que somos.  Porque nos impregna lo que la vida trae. Porque a través de ella nuestra vida adquiere fuerza y poder.  No existe una modelo especifico, un camino, o un método en particular. ¡Solo nosotros mismos! Todos tenemos nuestra propia sensibilidad, nuestro propio sistema de creencias y nuestra propia visión del mundo. Es a través de todo eso que vivimos en este mundo. Y es por esa razón que encontraremos tantas puertas espirituales como pueda imaginarse.

Usemos nuestras creencias
Nuestras creencias son poderosas.  Nos permiten crear el mundo tal como es a nuestro alrededor. Cuanta más fe tenemos en lo que hacemos o creemos, cuanto más nuestra espiritualidad se extiende y nos guía a través de la vida. ¡Pongamos nuestras creencias al servicio de nuestra espiritualidad! ¡Vayamos por ella!

¡Atreverse!
Entendamos: ¡No importa cómo vivamos o expresemos nuestra espiritualidad, ella nos pertenece! ¡No tengamos miedo de ser nosotros mismos! ¡Simplemente atrevámonos a ser! Estar totalmente convencidos de que nuestras acciones e intenciones dan impulso y dinamismo a nuestra vida, y lograr, y ejecutar con buenas intenciones todo lo que queremos. Imaginar, que se puede llenar un vaso de agua que contenga la emoción del amor y beberlo cada mañana.
Podemos aceptar la intención de recibir vitalidad de cada fruta que comemos y así aumentar el consumo de vitaminas y de energía diez veces más. Si a través de la oración es como nos sentimos conectados con el mundo, oremos cada momento y siempre que nos apetezca. ¡Todo lo que hacemos tiene sentido! Todo lo hacemos nos conecta un poco más con ese mundo invisible y con el flujo de la vida porque está conectado con lo que somos.

¡Hagámonos una limpieza!
Lo que hay que hacer es hacer un inventario de las cosas que deseamos para poder lograr aquello que tiene más sentido para nosotros y dejar ir lo que ya no requerimos más. ¡Entendamos, de que hay que seleccionar! Analicemos lo que hemos logrado con nuestra espiritualidad. Veamos lo que somos, lo que hacemos y lo que queremos lograr a corto o largo plazo.  Reconozcamos que estamos en constante evolución y por lo tanto nada es imposible.

Llegado el momento hagamos un desafío que nos permita adaptarnos y tomar una nueva dirección y así ponernos en contacto con la persona que somos hoy. Lo que fuimos ayer no es necesariamente lo que somos hoy. Observemos cada cosa con honestidad e integridad. Mantengámonos totalmente abiertos a lo que expresamos, sin prejuicios. Llevemos un registro de lo que hacemos y lo que hemos logrado.

Y en cada punto pongamos atención: cuando no nos sentamos bien con relación a algo, o con alguien, sabremos que es hora de cambiar o separarnos de nuestras prácticas o creencias.  Sabremos que siempre estamos conectados con lo que somos y con nuestra espiritualidad, siempre que exista dentro de nosotros un sentimiento de amor y de alegría.

¡Buen viaje!